La
Tierra es el mayor de los planetas rocosos. Esto hace que pueda retener una capa de gases, la atmósfera, que dispersa la luz y absorbe calor. De día evita que la Tierra se caliente demasiado y, de noche, que se enfríe.
La mayor parte de su superficie es
agua. Los mares y océanos también ayudan a regular la temperatura. El agua que se evapora forma nubes y cae en forma de
lluvia o
nieve, formando
ríos y
lagos. En los polos, que reciben poca energía solar, el agua se congela y forma los casquetes polares.
La Tierra no es una esfera perfecta, sino que está achatada por los polos, y su eje de rotación se encuentra inclinado.
Formación de la Tierra
¡La Tierra se formó hace unos
4.600 millones de años!
Después de condensarse a partir del polvo cósmico y del gas mediante la atracción gravitatoria, la Tierra era casi
homogénea y
bastante fría. Pero la continuada contracción de materiales y la radiactividad de algunos de los elementos más pesados hizo que se calentara produciendo la diferenciación entre la corteza, el manto y el núcleo, con los silicatos más ligeros moviéndose hacia arriba para formar la corteza y el manto y los elementos más pesados (sobre todo el hierro y el níquel) cayendo hacia el centro de la Tierra para formar el núcleo.
Al mismo tiempo, la erupción de los numerosos volcanes provocó la salida de vapores y gases volátiles y ligeros. Algunos eran atrapados por la gravedad de la Tierra y formaron la atmósfera primitiva, mientras que el vapor de agua dio lugar a los primeros océanos cuando la Tierra comenzó a enfriarse.
Magnetismo de la Tierra
La Tierra se comporta como un enorme imán. Está rodeada por un potente campo magnético, que tiene dos polos: el Polo Norte y el Polo Sur.
El polo norte magnético se sitúa cerca de los Territorios del Noroeste en Canadá. El polo sur magnético está en el extremo del continente antártico.
Estructura de la Tierra
La Tierra está formada por numerosas capas, algunas
externas y otras
internas. Se dividen en varios grupos según su estado:
sólido o semi-líquido,
líquido o
gas.
La
corteza del planeta Tierra es una fina capa formada por placas rígidas que se apoyan sobre el manto superior. Juntas forman la
litosfera y flotan sobre la
astenosfera,
una capa de materiales calientes y pastosos que, a veces, salen por una grieta formando volcanes.
La densidad y la presión aumentan hacia el centro de la Tierra.
En el núcleo están los materiales más pesados, los metales. El calor los mantiene en estado líquido en el núcleo externo, con fuertes movimientos. El núcleo interno es sólido debido a la presión.
Las fuerzas internas de la Tierra generan movimientos que se notan en el exterior. Los movimientos bruscos originan terremotos; los lentos forman plegamientos, como los que crearon las montañas.
Capas de la Tierra
Desde el exterior hacia el interior podemos dividir la Tierra en
cinco partes:
Atmósfera: Es la cubierta gaseosa que rodea al planeta. Tiene un grosor de más de 1.100 km, aunque la mitad de su masa se concentra en los 5,6 km más bajos.
Hidrosfera: Se compone principalmente de océanos, pero en sentido estricto comprende todas las superficies acuáticas del mundo, como mares interiores, lagos, ríos y aguas subterráneas. La profundidad media de los océanos es de 3.794 m, más de cinco veces la altura media de los continentes.
Litosfera: Compuesta sobre todo por la corteza terrestre, se extiende hasta los 100 km de profundidad. Las rocas de la litosfera tienen una densidad media de 2,7 veces la del agua.
La
litosfera comprende
dos capas, la corteza y el manto superior, que se dividen en unas doce placas tectónicas rígidas. El manto superior está separado de la corteza por una discontinuidad sísmica, la discontinuidad de Mohorovicic, y del manto inferior por una zona débil, la astenosfera. Las rocas plásticas y parcialmente fundidas de la astenosfera, de 100 km de grosor, permiten a los continentes trasladarse por la superficie terrestre y a los océanos abrirse y cerrarse.
Manto: Se extiende desde la base de la corteza hasta una profundidad de unos 2.900 km. Excepto en la zona conocida como astenosfera, es sólido y su densidad, que aumenta con la profundidad, oscila de 3,3 a 6. El
manto superior se compone de hierro y silicatos de magnesio como el olivino y el
inferior de una mezcla de óxidos de magnesio, hierro y silicio.
Núcleo: Tiene una capa exterior de unos 2.225 km de grosor. Esta capa es rígida, su superficie exterior tiene depresiones y picos. Por el contrario, el núcleo interior, cuyo radio es de unos 1.275 km, es sólido. Ambas capas del núcleo se componen de hierro con un pequeño porcentaje de níquel y de otros elementos. Las temperaturas del núcleo interior pueden llegar a los 6.650 °C y su densidad media es de 13. Su presión (medida en GigaPascal, GPa) es millones de veces la presión en la superficie.
El núcleo interno irradia continuamente un calor intenso hacia afuera, a través de las diversas capas concéntricas que forman la porción sólida del planeta. La fuente de este calor es la energía liberada por la desintegración del uranio y otros elementos radiactivos. Las corrientes de convección dentro del manto trasladan la mayor parte de la energía térmica de la Tierra hasta la superficie.
¡Haz click
aquí para repasar las capas de la Tierra!
Movimientos de la Tierra
La órbita de la Tierra es elíptica: hay momentos en que se encuentra más cerca del Sol y otros en que está más lejos.
Además, el eje de rotación del planeta está un poco inclinado respecto al plano de la órbita.
El camino aparente del Sol se llama eclíptica, y pasa sobre el ecuador de la Tierra a principios de la primavera y del otoño. Estos puntos son los equinocios. En ellos el día y la noche duran igual. Los puntos de la eclíptica más alejados del ecuador se llaman solsticios, y señalan el principio del invierno y del verano.
Cerca de los solsticios, los rayos solares caen más verticales sobre uno de los dos hemisferios y lo calientan más. Es el verano. Mientras, el otro hemisferio de la Tierra recibe los rayos más inclinados, han de atravesar más trozo de atmosfera y se enfrían antes de llegar a tierra. Es el invierno.
Al igual que todo el Sistema Solar, la Tierra se mueve por el espacio a unos 20,1 km/s o 72,360 km/h hacia la constelación de Hércules. Sin embargo, la Vía Láctea como un todo, se mueve hacia la constelación de Leo a 600 km/s.
La Tierra realiza los siguientes movimientos:
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Traslación: La Tierra y la Luna giran juntas en una órbita elíptica
alrededor del Sol. La excentricidad de la órbita es pequeña (si la excentricidad se encuentra cerca de cero la elipse será más circular), tanto que la órbita es prácticamente un círculo. La circunferencia aproximada de la órbita de la Tierra es de 938.900.000 km y nuestro planeta viaja a lo largo de ella a una velocidad de unos 106.000 km/h.
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Rotación: La Tierra gira
sobre su eje una vez cada 23 horas, 56 minutos y 4,1 segundos. Por lo tanto, un punto del ecuador gira a poco más de 1.600 km/h y un punto de la Tierra a 45° de altitud N, gira a unos 1.073 km/h.
¡Comprueba tus conocimientos recién aprendidos con este divertido
juego!
A continuación os dejamos un vídeo de animación en el que podéis ver una breve clase sobre las estaciones del año:
Referencias:
1. El planeta Tierra. AstroMía. Recuperado de: http://www.astromia.com/solar/tierra.htm
2. Estructura de la Tierra. AstroMía. Recuperado de: http://www.astromia.com/solar/estructierra.htm
3. Movimientos de la Tierra. Astromía. Recuperado de: http://www.astromia.com/solar/estatierra.htm
4. Jaqueline. Las capas de la Tierra. Celebrity. Recuperado de: https://www.cerebriti.com/juegos-de-ciencias/-quot-las-capas-de-la-tierra-quot--#.WvnYlKSFPIX
5. El Universo y el Sistema Solar. Recursos CNICE. Ministerio de Educación y Ciencia. Recuperado de: http://ares.cnice.mec.es/ciengehi/b/03/animaciones/a_fb24_02.html